Durante los últimos meses de la guerra, el Correccional General de Dones se fue descongestionando hasta alcanzar las quinientas reclusas. La última estadística mensual oficial, la de 1939, quedó interrumpida a partir del día 19 de enero, una semana antes de la ocupación de la ciudad por las fuerzas sublevadas, con 527 presas.
Las presas, sin embargo, continuaron encerradas hasta la mañana del 26 de enero –el mismo día de la ocupación oficial de la ciudad- cuando Marcel Junod, delegado de la Cruz Roja Internacional, intervino para evacuarlas. Su intervención, solicitada por la directora Isabel Peyró, fue decisiva a la hora de resolver la situación de impasse de aquellos momentos, cuando la prisión se hallaba rodeada por familiares de las reclusas decididos a impedir cualquier traslado de última hora a manos del ejército republicano ya en retirada.
Tres días después, el domingo 29 de enero, ingresaba la primera mujer en la denominada “Prisión Provincial de Barcelona”, inaugurando una cascada de ingresos fruto de detenciones a manos de agentes del SIPM (Servicio de Información Político-Militar), falangistas y policías: solo en el mes de febrero se produjeron 471, y 572 en marzo.
Salvo la permanencia de unas pocas funcionarias en proceso de depuración, la prisión pasó a ser gestionada por un director accidental –dependiente de la Presó Model- y de una plantilla de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, cuyo número a finales de 1940 ascendería a doce.
Gracias al libro de entradas de la prisión de 1939, sabemos que entre el veintinueve de enero de 1939 y el seis de octubre, se registraron un total de 3.267 ingresos. El pico máximo de población penal se alcanzó se alcanzó el diecisiete de agosto de 1939, con 1.806 mujeres y cuarenta y tres niños, en un espacio concebido para cien personas.
El libro de entradas nos revela los datos básicos de estas mujeres, en un abanico diverso compuesto principalmente por mujeres de clase trabajadora, tanto de ámbito rural –campesinas, jornaleras- como principalmente urbano: obreras industriales, trabajadoras del servicio doméstico, vendedoras, costureras, porteras, telegrafistas, guardabarreras de tren…
La documentación recoge a una médica, la internacionalista judeoalemana Carlotta Margolin, antigua “presa antifascista” de 1937, que volvió a ser detenida otras dos veces -1939 y 1940-, así como a una “catedrática de Física”, la zamorana Asunción Macías, depurada y separada definitivamente del servicio al año siguiente.
El colectivo de docentes fue uno de los más numerosos de la prisión, con 28 maestras nacionales y una inspectora de primera enseñanza encarceladas en 1939, y lo mismo ocurrió con el de enfermeras, cincuenta entre el 29 de enero y el 6 de octubre de 1939. El de funcionarias de Prisiones resultó también muy afectado con un total de 27 ingresos: prácticamente toda la plantilla de los centros de Les Corts y Sabadell nombrada durante la guerra mediante concurso, en nombramientos que habían quedado anulados de manera implícita con la “liquidación” del régimen autonómico decretada formalmente en abril de 1938.
Fue, sin embargo, el colectivo de porteras el más castigado con la cárcel, con 107 ingresos. En una situación de guerra como la vivida, porteros y porteras habían sido movilizadas para vigilar los inmuebles y ayudar a la identificación de perseguidos. Cuando las tornas cambiaron, cayeron víctimas de las denuncias de numerosos inquilinos.
En 1939 hubo también alcaldesas y concejalas encarceladas: la maestra Joana Matia Borau, del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), que encabezó el consistorio de Alpens (Barcelona) en 1936, y la que fue primera concejala de L’Hospitalet de Llogregat, Justa Goicoechea Mayayo, de Esquerra Republicana de Cataluya (ERC). E incluso dos pelotaris –Juanita Nieto y Daniela Manero- de una época en la que las jugadoras de pelota vasca figuraban entre las primeras deportistas femeninas profesionales.
Fuentes: ARXIU NACIONAL DE CATALUNYA (ANC), Fons 200, Centre Penitenciari de Dones de Barcelona (CPDB), Llibre de registre de filiacions, UC 6865, 1939; ARXIU MUNICIPAL ADMINISTRATIU (AMA). Distrito III. Tomo 45. Hoja 229. 1940; Ley de 5 de abril de 1938 (BOE, 8-4-1938).
JUNOD, M. (1963): Le troisième combattant. Paris; HERNÁNDEZ HOLGADO, F. (2011): La prisión militante. Las cárceles franquistas de mujeres de Barcelona y Madrid (1939-1945), Universidad Complutense de Madrid, Tesis Doctoral; Valentín, M. (2014): “El exilio judeoasquenazí en Barcelona (1933-1945): Un rompecabezas que pide ser resuelto”, en http://mozaika.es/magazine/el-exilio-judeoasquenazi-en-barcelona-1933-1945-un-rompecabezas-que-pide-ser-resuelto/ [2020.01.06]; NEGRÍN-FAJARDO, O. (2006): “La depuración del profesorado de los Institutos de Segunda Enseñanza. Relación de los expedientes resueltos por el Ministerio de Educación Nacional (1937-1943)”, en Historia de la Educación, 25 (24): 503-542; DE PRADO HERRERA, M. L. (2019): “Universitarias en salamanca en el primer tercio del siglo XX: cuantificación y perfiles”, en Culture & History Digital Journal, 8 (1), doi: https://doi.org/10.3989/chdj.2019.005; NIELFA, G. (Coord.) (2915): Mujeres en los gobiernos locales. Alcaldesas y concejalas en la España contemporánea. Madrid; ARNAU, A. y VALL JOSEP (2019): “Justa Goicoechea. Primera regidora de L’Hospitalet”. Fundació Josep Irla, http://irla.cat/publicacions/justa-goicoechea-hospitalet/ [2020.01.06].