Entre 1939 y 1952 fueron ejecutadas en el Campo de la Bota más de mil setecientas personas, hombres en su inmensa mayoría.
Las mujeres pasaban la última noche en la capilla de la propia prisión de les Corts, donde solían contar con unas horas para redactar sus cartas de despedida –las llamadas “cartas de capilla”- antes de la llegada del camión que había de llevarlas al lugar de ejecución.
Carme Claramunt Barot fue la primera presa en ser ejecutada: tenía 41 años y aunque establecida en Badalona, era oriunda de Roda de Berà (Tarragona).
El proceso fue rápido: detención por miembros de Falange el 3 de marzo y entrega a la Guardia Civil de Badalona; ingreso en cárcel el 13 de marzo; consejo de guerra colectivo el 27 –contra ocho personas encartadas por actuaciones diversas, sin relación entre sí- y condena a muerte por el supuesto delito de “rebelión militar”.
Por último, ratificación de la sentencia por la Asesoría Jurídica del general Franco el 17 de abril y ejecución a las cinco de la madrugada del día siguiente.
Con Carme había sido detenida Angelina Picas, su padrina. Según informaciones de la familia, antes de la guerra, Carme había acudido con frecuencia a Badalona a llevarle piezas de “nube” –un tipo de labores de ganchillo- para la tienda que regentaba.
Angelina, acusada de los mismos delitos, salvó casualmente la vida porque fue juzgada por un consejo de guerra distinto que la condenó a prisión perpetua. Este consejo, que incorporó a 18 personas encartadas en varios sumarios de diferentes lugares, incluyó diez penas de muerte, entre otras la de Encarnación Llorens Pérez, jornalera de 45 años, la segunda presa de les Corts en ser ejecutada, el 16 de abril de 1939.
Encarnación fue fusilada junto a su marido Ramón Roca Prats, vendedor ambulante, y su hijo Ramón Roca Llorens.
Angelina Picas fue la destinataria de la carta de capilla de Carme, que conservó durante su encarcelamiento (1939-1943) y después.
La carta terminó por pasar a manos de Teresa Rius, quien también había estado encarcelada en Les Corts y era natural de Roda, como Carme. El hijo de Teresa, Joan Mercadé, la guardó también celosamente.
En realidad, esta carta era una transcripción corregida de la primera, que también se ha conservado. El dato revela la existencia de toda una red de contactos de antiguas presas y familiares preocupadas por la conservación y la transmisión del recuerdo de las compañeras como Carme.
Fuentes:
ARCHIVO DEL TRIBUNAL MILITAR TERRITORIAL TERCERO DE BARCELONA (ATMT3). Sumarísimo de urgencia 2863. Plaza de Badalona; Sumarísimo de urgencia 630. Plaza de Barcelona.
CORBALÁN GIL, J. (2008): Justícia, no venjança. Els executats pel franquisme a Barcelona (1939-1956). Valls; HERNÁNDEZ HOLGADO, F. (2011): La prisión militante. Las cárceles franquistas de mujeres de Barcelona y Madrid (1939-1945), Universidad Complutense de Madrid, Tesis Doctoral; FERRANDO PUIG, E. (2016): Executada. Barcelona; ROMEU SANTOS, Conxita y VIVES BORONAT, Maria Fe (2009): “La nube: una aportació de les dones de Roda de Berà a l’economia familiar”, en BOI, Centre d’Estudis Rodencs, 22, pp. 2-8; CENTRE D’ESTUDIS RODENCS (2004): “Les veus del silenci. II República, Guerra Civil, Revolució i Postguerra a Roda de Berà”, en BOI, Centre d’Estudis Rodencs, 12, p. 16.