Reclusas trabajando en los campos.

Reclusas trabajando en los campos.

Memoria del Patronato Central de Nuestra Señora de la Merced para la Redención de Penas por el Trabajo (PCNSM) de 1945.

El extenso huerto era otra imagen recurrente a la hora de publicitar Les Corts. En estas dos fotografías, publicadas en una Memoria del patronato de 1945, aparecen varias reclusas trabajando en los campos. Al fondo se distingue el campanario de la iglesia del Remei, en la plaza de la Concordia.

El destino penitenciario del trabajo en la granja-huerto, cuya gestión corría a cargo de las monjas, absorbía buena parte de la mano de obra reclusa que trabajaba para redimir pena. Según la reglamentación de la redención de penas por trabajo, los destinos habían de recaer en reclusos penados -no detenidos ni procesados- sentenciados a penas más leves, con prohibición absoluta de utilizar a los de penas superiores a doce años y un día.

En anotaciones de uso interno de la cárcel -el libro de actas de la Junta de Disciplina- las propias autoridades calificaban el trabajo en la huerta como “excesivamente penoso”.