La fotografía pertenece a la Memoria del Patronato de Redención de Penas por el Trabajo de 1952. Según las estadísticas de la Memoria de ese año, un total de veinticinco mujeres trabajaron en el taller de vestuario, de nueva creación y destinado a proporcionar prendas para la población reclusa.
En la Memoria del año anterior, 1951, se recoge que solamente tres reclusas trabajaron en la granja-huerto, mientras que veintitrés lo hicieron en el taller de vestuario como oficiales, con un total de 8.250 jornadas de trabajo durante todo el año y 2890 días de redención. Para entonces, ya eran mayoría abrumadora las presas que trabajaban en el taller textil.