La prisión provincial de mujeres de Les Corts, el principal centro femenino de reclusión durante el primer franquismo, fue originariamente un correccional general de dones dependiente de la Generalitat de Catalunya (1936-1939).
Para comienzos de la década de los cincuenta, la población penal de Les Corts no pasaba de las doscientas mujeres, con cerca de una decena trabajando en la granja y el huerto bajo la supervisión y vigilancia de las monjas.