La última fusilada

1940 novembre

Inés Giménez Lumbreras había sido una de las acusadas y sentenciadas por el juicio y ejecución de Carmen Tronchoni en 1938. Según el libro de entradas de la prisión, había ingresado el 21 de junio de 1939.

La militante del PSUC Isabel Vicente, que ingresó en Les Corts en 1940, recordaba haber coincidido con una “falangista” que fue ejecutada aquel mismo año por, según había oído, haber denunciado a Carmen Tronchoni.

La versión oral del caso había quedado tan deformada que lo que Isabel escuchó fue que la "falangista" –una tal “Blanca”, en realidad Inés- había denunciado a Carmen por espionaje “porque las dos se habían enamorado de un comandante rojo".

 

 

 

La verdad, fuera la que fuese –persiste la duda de si Inés fue o no manipulada por el Servicio de Investigación Militar (SIM)- quedó así mixtificada en un relato patriarcal en el que ambas habrían actuado en función de un hombre, reducidas a simples competidoras amorosas.

 Inés pudo despedirse de su madre y de su hija Hortensia en una carta de capilla que ha sobrevivido hasta hoy.

Según el padrón municipal, a finales de 1940 eran 950 las reclusas las que se hacinaban en Les Corts. La gran congestión del año anterior se había producido tanto por la detención de mujeres residentes en la localidad como por los traslados de presas de las diferentes cárceles de partido de la provincia, como Badalona, Manresa, Terrassa, Berga, Sabadell, Sant Feliú de Llobregat, Mataró, Granollers y otras localidades.

A partir del verano de 1939, la prisión provincial comenzó a convertirse también en una cárcel de paso. Isabel Vicente recordaba una rutina en la que, de madrugada, solían llegar nutridas expediciones de presas ya condenadas de todos los rincones de España, de camino a prisiones centrales o de cumplimiento de pena como Girona, Amorebieta (Bizkaia), Saturrarán (Gipuzkoa) o Palma de Mallorca.

Una de ellas fue la joven socialista madrileña Ángeles García-Madrid, que en el verano de 1940 recaló durante tres meses en Les Corts de camino a la prisión central de Girona.

La escritora María Luz Morales Godoy, la primera directora de un periódico en España –La Vanguardia, de agosto de 1936 a principios de 1937- fue encarcelada en febrero de 1940.

Ni su delicada salud ni los numerosos avales recabados –entre otros, el de Carlos Godó, el propietario del diario, o los falangistas Félix Ros y Luys Santa Marina- le evitaron un mes largo en prisión provisional. Solamente en marzo de 1942 se dio por concluida su declaración de responsabilidad.

 

Fuentes: 

ARXIU MUNICIPAL ADMINISTRATIU. Padrón de Barcelona. Distrito III, Barrio 16, Sección 51, Molinos 11;  ARXIU NACIONAL DE CATALUNYA (ANC),  Fons 200, Centre Penitenciari de Dones de Barcelona (CPDB), Llibre de registre de filiacions, UC 6555; ARCHIVO DEL TRIBUNAL MILITAR TERRITORIAL TERCERO DE BARCELONA (ATMT3). Diligencias previas 3921, NL. 19006/990.

FABRE, J. y HUERTAS CLAVERIA, J.M. (1977): “Conversa amb Isabel Vicente. Una vida a la Sedeta i a la presó”, en L’Avenç, 20, pp. 11-16;  MARTORELL TRONCHONI, D. (2008): “Carrers de Picassent amb nom propri: carrer de Carmen Tronchoni”, en Festes Majors, Ajuntament de Picassent, pp. 20-33; CORBALÁN GIL, J. (2008): Justícia, no venjança. Els executats pel franquisme a Barcelona (1939-1956). Valls; HERNÁNDEZ HOLGADO, F. (2011): La prisión militante. Las cárceles franquistas de mujeres de Barcelona y Madrid (1939-1945), Universidad Complutense de Madrid, Tesis Doctoral.