Una vez aprobado en 2018 el proyecto firmado por la profesora Núria Ricart, el arquitecto Jordi Henrich y el historiador Fernando Hernández, vinculados al proceso participativo, en marzo del año siguiente dio comienzo la construcción del monumento definitivo, en la cual se implicó la Plataforma junto con arquitectos, aparejadores, jefes de obra y otros técnicos asociados al proyecto. Algunas visitas de obra fueron publicitadas y abiertas a la ciudadanía.
El 25 de noviembre de 2019, ya en la fase final de las obras, se llevó a cabo un acto simbólico colectivo. Aquella tarrde se enterró una caja hermética, al pie de los monolitos, con múltiples documentos originales que honraban la memoria de las mujeres represaliadas y explicaban el proceso de recuperación cívico desarrollado hasta la construcción del monumento definitivo.